Hay ocasiones en las que los pensamientos nos desbordan. Ideas y contraideas chocan entre si como animalillos enjaulados.
Rápido, una vía de escape. Hazlo consciente. Escribe
Pero no se puede escribir todo lo que uno tiene en la cabeza, sólo se puede transcribir un hilo de pensamiento.
Se puede ser racional y entonces el discurso transcurre plácidamente a la sombra de nuestro propio juez o se puede intentar uno liberar de las cadenas y entonces lo escrito no tiene ningún sentido. ¿O sí?
Algún tipo de mecanismo interno nos hace pensar que lo que no es racional no tiene sentido. Muchos pensarán ¿Y las emociones? ¿Y los sentimientos?
Pero no es más que un espejismo. Miento. No es más que lo que nuestro pensamiento nos regala de vez en cuando para que nos sintamos vivos y dejemos de darle el coñazo con un sinfín de preguntas.