lunes, 8 de febrero de 2010

Lapsus (3)


Laura llegó a su casa agotada. A pesar de sus 29 años, seguía viviendo con sus padres y no tenía ninguna intención de abandonar el hogar materno.

Cruzó el pequeño patio delantero evitando pisar las hojas caídas del hermoso almendro que ya empezaba a clarear y entró en su casa ( sin olvidar limpiar concienzudamente las suelas de sus zapatos en el felpudo de entrada). Buscaba respuestas y culpables.

_ ¡Mamá!_ Mamá no contestaba. Laura abandonó su bolso sobre un pequeño mueble de la entrada donde se solían apilar llaves, gafas, chaquetas… Todo según la temporada.

_ ¡Mamá!_ Laura subió las estrechas escaleras que llevaban a las habitaciones. Echó un rápido vistazo. Nadie.

_ Vale, genial, no hay nadie. Cuando alguien tenga un problema se lo va a contar a quien yo te diga.

_ Qué farfullas?_ La voz provenía del baño entremezclada con el ruido de la cisterna. Laura fue directa a la puerta para darse de bruces con Elena, su hermana.

Laura y Elena no podían ser más diferentes. Las dos eran de constitución similar, estatura mediana y tirando a delgaditas y las dos habían heredado los oscuros ojos almendrados de su madre. Pero eso era todo. El físico y la actitud infantil de Laura siempre habían chocado con la madurez y el atractivo de su hermana mayor.

_ ¿Qué haces aquí?_

_ He quedado a comer con mamá.

_ ¿Dónde está?

_ En la casita, supongo. Yo acabo de llegar.

Laura volvió a bajar las escaleras corriendo.

Se sentía realmente estúpida. Dónde iba a estar su madre si no. Desde que tenía uso de razón (la verdad es que Laura nunca había entendido realmente la relación entre usar la razón y tener recuerdos o memoria); digamos que desde que ella recordaba, su madre prácticamente vivía en la casita. La dichosa casita era una especie de estructura de madera y hierros vestida con cristales de todos los tamaños, apoyada contra una pared del jardín trasero. Sus padres la fueron construyendo con material que robaban por la noche de la multitud de obras que en los años setenta surgieron en la zona de Chamartín. Edificios modernos de pisos que poco a poco le fueron comiendo el terreno a los pequeños chalets pareados como el suyo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario