_Oye! Oye!
Laura esperaba en la acera que el semáforo se pusiera en verde para poder cruzar.
_Oye! Oye!
Una especie de interferencia cacofónica se introdujo en sus pensamientos pero no tenía intención de darle mucha importancia.
_Oye, tú!
Laura sintió una pequeña punzada de odio pero decidió bajar al mundo de los mortales y hacer caso al graznido. Buscó con la mirada y vio a una tipeja que le hacía gestos desde la ventanilla de un coche parado a escasos centímetros.
_ Joder, por fin.
Laura la miraba como si no fuera con ella, como quien ve de pasada un documental de bichos extraños de un lejano país.
_ ¿Dónde está la calle Garcilaso?
_ Lo de Buenos días, por favor, quedó en desuso, ¿no?
_ ¿Qué?
_ Quoi, quoi. Il n’ya que les canards qui font quoi, quoi. _ Frase grabada a fuego para cualquiera que tenga una madre francesa. Para el que no la tenga, la traducción es simple: ¿Qué? Se traduce Quoi? Que suena tal que cua. Conclusión : Cua, cua. Sólo los patos hacen cua, cua.
El caso es que la chica del coche ni sabía francés ni falta que le hacía y como única respuesta, Laura recibió una mirada de asco y un audible Esta tía es gilipollas.
El semáforo se puso en verde para los peatones y Laura abandonó a su suerte a su interlocutora.
Va a ser eso, soy gilipollas. Mira que no darle un puñetazo en esa cara de …
Ya quedó claro el bajo nivel de tolerancia de Laura.
Laura siguió su camino. Era media mañana y el sol, que en ese momento debía estar atravesando el agujero de la capa de ozono, atacaba cruelmente a los pobres viandantes. De las tres chaquetas con las que salió Laura de su casa, dos reposaban en su antebrazo.
El otoño madrileño tiene sus admiradores y sus retractores (como todo en esta vida). Al sol, el calor es insoportable, a la sombra, el frío te atraviesa la médula espinal. Así que cualquier madrileño que se precie termina teniendo complejo de cebolla. Diferentes capas de chaquetas van cambiando de lugar a lo largo del día.
Laura se dirigía a su cita semanal con su psicóloga.
Desde los dieciséis años, Laura había recorrido un largo trayecto en lo que actualmente se denomina conocimiento personal. No cabe duda que recorrer un largo camino no implica necesariamente haber aprendido algo. Terapias freudianas, junguianas, conductistas, cognitivas, farmacológicas (drogas en general). Todo tipo de terapias alternativas, tradicionales, new age o supermodernas habían dejado poca mella en ella. Pero Laura no se daba por vencida.
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